NiÑOS CON BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN
ORIENTACIONES PARA EL NIÑO QUE SE FRUSTRA CON FACILIDAD, QUE NO
SABE HACER FRENTE A LAS PRESIONES
Algunos ejemplos de conductas en estos niños serían aquellas en
las que se rebelan frente a la autoridad del maestro adoptando una postura de
total negativismo hacia el trabajo escolar. Está aquel que dice "¡ no puedo
hacerlo!" y arroja el libro al suelo apareciendo el llanto. Otros expresan su
rabia encerrándose en sí mismos, estrujando los papeles o rompiéndolos.
Algunos niños tienden a desanimarse pronto y cuando se les
obliga reaccionan con comportamientos desadaptativos: rebelión, negativismo...
El colegio debe ser un lugar estimulante y el aprendizaje debe ser un proceso
positivo, no un generador de grandes presiones. Sin embargo, cuando las
expectativas de la escuela no están sincronizadas con las aptitudes, o cuando un
niño que normalmente se las arregla bien muestra signos de frustración, ésto
significa que algo está interfiriendo. Detecte las causas e intente suavizarlas
si es posible. Después deberá ayudar al niño a reaccionar de nuevas maneras a su
falta de éxito.
DEFINA LA FUENTE DE PRESIÓN
Hay una serie de preguntas que nos podemos hacer para
identificar la causa del problema:
-¿Está el niño demasiado cansado?. Asegúrese que descansa lo
suficiente. Todos los niños encuentran más difíciles los obstáculos vitales y
las relaciones cuando están cansados.
- ¿Tiene el niño un horario demasiado repleto?. Examine las
tareas que realiza para determinar si le permite recuperarse de una tarea a
otra.
- ¿Es el niño perfeccionista?. Algunos tienen objetivos poco
razonables, otros no saben pedir ayuda o tienen miedo de pedirla
-¿Puede el niño identificar su frustración?. Si no comprende
qué le está afectando, el maestro deberá mostrarle cómo identificar sus
sentimientos y cómo expresarse de forma apropiada
-¿Estamos exigiéndole demasiado?. Debemos tener en cuenta sus
capacidades.
- ¿Tiene el niño oportunidades para el éxito?. Alterne tareas
difíciles para el niño con otras fáciles que le hagan obtener un éxito
seguro.
ENSEÑE NUEVAS REACCIONES A LA FRUSTRACIÓN
Los maestros no pueden suprimir todas las fuentes de
frustración y las presiones existentes en el mundo del niño, lo que significa
que éste deberá aprender formas positivas de hacer frente a estos
sentimientos.
Enséñele técnicas de relajación. Todos hacemos frente de una forma más positiva si estamos relajados. Debemos enseñar a los pequeños a elevar su tolerancia a la frustración con la relajación del cuerpo.
Enséñele a identificar. Debemos enseñar a los niños pequeños a identificar el sentimiento de frustración cuando aparezca: "Pepito está rabioso porque no ha hecho bien esta resta. Inténtalo con otra, tómate más tiempo".
Indique al niño cuándo debe pedir ayuda. Mientras algunos niños son reacios a pedir ayuda, otros la piden de inmediato. Debemos enseñar al niño a encontrar la solución primero. Se le dirá: "pruébalo otra vez para mí". Cuando el niño no sepa ya que más hacer, hay que decirle que pida ayuda. Cuando nos demos cuenta que el niño se está frustrando con alguna tarea, intervenga para enseñarle a evitar la frustración: "¿qué podrías hacer en lugar de enfadarte o abandonarlo?".
Representación de papeles. En clase se puede jugar con el niño o niños a interpretar una situación frustrante. Se fingirá que se está recomponiendo un puzzle y no se encuentra la pieza que encaja. Primero el niño interpretará la frustración y luego lo opuesto. Anímele a que hable consigo mismo de forma positiva y a que busque una manera de resolver el problema.
Se reforzarán las acciones apropiadas por parte del niño. Elógielo por haber retardado su respuesta habitual de ira ante la frustración, y también cuando utilice una estrategia apropiada. Establezca un sistema de recompensas para reforzar esa aptitud de madurez.
Modifique la tarea. Enséñele al niño una forma alternativa de alcanzar el objetivo. Cuando sea posible, se dividirá una tarea en pequeñas partes que puedan llevarse a cabo una a una.
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