martes, 13 de diciembre de 2011

El país de "Gracias" y "Por Favor"

Amador es un niño exigente de esos que dicen: “quiero esto” y se lo tienen que dar al momento. Es como si pensara que todo el mundo le debe algo. Si queréis comprobar  lo que os digo, escondeos detrás de aquel árbol y escuchadlo vosotros mismos.
-¡Oiga señora! ¿qué hora es?
- Querrás decir: por favor –le responde la señora con una amable sonrisa.
-No, quiero decir lo que ha dicho –dice Amador, malhumorado- Pero como ya veo que usted no me lo dice, se lo preguntaré a ese niño. ¡Eh, tú, chaval!, ¿qué hora es?
-Querrás decir: por favor –le responde el niño con una amable sonrisa.
-¡Moscas! Pero, ¿qué pasa en este lugar? ¿Estáis todos mal de la olla? ¡Pues que os zurzan! Cogeré el autobús y me iré a otra parte –gruñe Amador, enfadado, y le grita al conductor del autobús- ¡eh, pare, pare!
Pero cual no será su sorpresa cuando ve que el autobús pasa de largo.
-¡Moscas! –exclama, enfadado- Pero… ¿por qué no para? Está bien, me iré andando.
- Gracias por haberme elegido para caminar.
Amador pega un respingo. ¿Quién habrá dicho eso? No hay nadie a la vista…
-Por favor, mira  a tus pies, yo estoy debajo.
Amador mira debajo de sus pies y solo ve la acera. Entonces piensa: “¿una acera que me da las gracias por pisarla?” ¡Moscas! Esto ya es demasiado, me largo a otra parte”. Y echa a andar. A un lado y a otro. A un lado y a otro. Va furioso, sin fijarse por dónde pisa. Finalmente llega al mismo parque que antes. En realidad, solo estaba dando vueltas en redondo.
-¡Uf, qué cansado estoy! –exclama-. Me sentaré un rato en este banco.
Pero el banco se echa hacia atrás y Amador se pega un batacazo.
-¡Moscas! ¿qué le pasa a este banco? Se ha movido. Y el árbol también, se ha alejado de mí. Y las flores también se van. Y ahora el sol se esconde detrás de una nube. ¿Qué es lo que está pasando? ¿por qué se van todos? –grita y patalea.
-Quizá te has olvidado de ser educado –le dice el hada Mandolina.
-¡Qué chorrada es esa! –responde Amador, malhumorado.
El hada Mandolina le pide al sol que le explique a Amador por qué se esconde.
-Llevo toda la mañana calentándole y ni las gracias me ha dado
-Ni a mí por mi sombra –se queja el árbol.
-Ni a nosotras por nuestro perfume –se quejan las flores.
-Ni a mí por el descanso –se queja el banco.
-¿Lo ves? –le dice el hada- Desde ahora no olvides que con “gracias” y “por favor” vivimos todos mucho mejor.
Amador vuelve a casa cabizbajo y se acuesta pensando en las palabras del hada. Al día siguiente, antes de irse al colegio, le dice a su madre:
-Adiós mamá. Y muchas gracias por el desayuno tan rico que me has preparado.
-Hijo de nada, me alegro de que te haya gustado.
Luego le dice a su padre:
-Por favor, papá ¿podrías comprarme una caja de ceras en la papelería que está al lado de tu oficina? Y, por cierto, dale las gracias a tu amigo Manolo por las chapas.
-¿Qué le pasa a Amador que da las gracias y pide todo por favor? –dice su hermana.
-Porque he comprendido que con “gracias” y “por favor” vivimos todos mucho mejorle respondió Amador.

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