Se pueden repartir trocitos de diferentes frutas y luego preguntar por las preferencias y permitir que se cambien los trozos en función de las preferencias, luego se puede pedir que se agrupen en función de sus preferencias. Concluir con una serie de preguntas:
¿a todos los niños les gusta la misma chuchería? (dejar que contesten) No, a todos no les gusta lo mismo, unos prefieren…(que lo digan), otros, en cambio… ¿por qué prefieres…? ¿por qué a ti no te gusta…?
* ¿qué pretendemos con esta dinámica?
Hacer entender a los niños, desde pequeños, que cada persona tiene preferencias distintas y que todas son válidas y que debemos aceptar las de los demás sin menospreciarlas.
Creo que ejercicios de este tipo pueden prevenir comportamientos indeseables en el futuro.
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